Receta de salsa mexicana de chile rojo
Esta salsa mexicana de chile rojo está hecha con chiles anchos secos y puedes cubrir enchiladas y tamales de cualquier tipo. En aproximadamente 30 minutos tendrás una sabrosa salsa de chile rojo lista para servir con una variedad de platos. Las salsas de chile rojo se utilizan en muchos platos mexicanos y Tex-Mex, como las enchiladas de chile rojo, el pollo a la parrilla marinado con chile rojo o los tamales.
¿Cómo preparar salsa mexicana de chile rojo?
La rica salsa mexicana de chile rojo ¡Solo en México, hay tantas formas de preparar esta salsa como variedades de chiles! Hay aún más cuando se tienen en cuenta los giros regionales. Una salsa mexicana de chile rojo básica está hecha con chiles anchos (también conocidos como chiles pasilla). Hacer tu propia salsa mexicana de chile rojo no es muy diferente a hacer tu propia salsa de espagueti. Si tienes tiempo, ¡vale la pena hacerlo!
Utensilios
- Cuchillo afilado
- Sartén
- Licuadora
- Cubiertos
- Envase de vidrio
Ingredientes
- 3 chiles anchos secos (pasilla) o 2 chiles anchos y 2 guajillos
- Agua
- 1 diente de ajo grande
- 2 granos de pimienta negra, triturados
- Una pizca de clavo molido
- 1/2 cucharadita de sal kosher, más al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración paso a paso
- 1. Corta los chiles abiertos y retira el tallo y las semillas: Trabajando en un chile ala vez, usa un cuchillo para pelar para cortar una hendidura por un lado del chile. Abre el chile y quita el tallo y las semillas. Retira la mayor cantidad de venas que puedas. Reserva algunas de las semillas o venas para agregarlas más tarde si deseas agregar calor. Ten en cuenta que cuando trabajes con chiles, usa guantes protectores o lávate bien las manos con jabón y agua tibia después de tocar los chiles. No te toques ni te frotes los ojos si estás manipulando chiles.
- 2. Calienta los chiles en una sartén: Calienta una sartén grande a fuego medio. Aplana los chiles secos lo mejor que puedas y colócalos en la sartén para calentar. Presiona los chiles abiertos y déjalos unos segundos. Voltea los chiles y calienta unos segundos más. ¡No querrás tostar ni quemar los chiles! Si se queman, se amargarán. Simplemente caliéntalos lo suficiente para extraer más de su sabor.
- 3. Ablandar los chiles en agua caliente: Agrega los chiles a una cacerola pequeña y agrega suficiente agua para que queden cubiertos. Llevar a ebullición. Retira del fuego y deja reposar durante 10 minutos, hasta que los chiles se ablanden y se hinchen.
- 4. Puré con ajo, condimentos, agua o líquido de escalfar: Retira los chiles de la sartén, reserva el agua de remojo y coloca los chiles en una licuadora. Agrega el ajo, la sal, los granos de pimienta triturados, el clavo molido y 1 1/2 tazas del líquido de remojo (prueba primero el agua de remojo, si parece amarga, usa agua corriente en su lugar). Haz puré durante 2 minutos, hasta que la salsa esté completamente suave. Prueba la salsa y ajusta la sazón. Si deseas más calor, agrega algunas de las semillas o venas y haz puré un poco más. Agrega más sal si es necesario.
- 5. Cuela a través de un tamiz en una sartén, cocina a fuego lento: Vierte la salsa a través de un colador en una sartén. Añadir una cucharada de aceite de oliva ala salsa. Lleva a fuego lento y reduce el fuego para mantener el fuego lento,cocina por 10 minutos. Retira la espuma. Alejar del calor. Usa inmediatamente o vierte en un frasco de vidrio (el plástico se manchará) y refrigera.
- 6. ¡Es hora de disfrutarla!