Pan de Muerto constituye un plato clásico dentro de la comida mexicana, ya que son muy versátiles y se consume solo el día de los muertos. En ciertos establecimientos de comida o restaurantes suele decorase con azúcar roja, en memoria a los sacrificios. Éste puede comerse solo o se puede acompañar con un rico atole también muy típico en la nación según el gusto del comensal.